Los Cuidados de la Prímula Acaulis (Primrose o Matrimonio)

Reciben el nombre de prímulas porque solían ser las primeras flores del año en florecer. Insisto en «solían» porque con la cantidad de viveros profesionales, especies híbridas que se cultivan y el cambio climático, podemos disponer de otras flores casi en cualquier momento del año. Existen más de 500 especies diferentes del género primulácea, aunque no todas se comercializan. La especie más habitual que podemos adquirir en centros de jardinería es la prímula acaulis y hoy voy a daros unos cuantos consejos sobre sus cuidados.

En la actualidad la prímula acaulis está disponible en más de 12 colores o variedades de flor distintas. La acaulis (primula vulgaris) se caracteriza por tener un tallo muy corto y unas hojas algo carnosas y grandes. Al no estar tan elevada del suelo, sus flores rara vez caen por el peso. Si lo que queremos es una prímula similar, pero de tallo más elevado y más frondosa, deberemos adquirir una «prímula obcónica». Los cuidados de la prímula acaulis y de la prímula obcónica son exactamente los mismos.

Cuidados de la Prímula Acaulis

Esta planta de floración temprana recibe muchos nombres, como matrimonio, primaveras, oreja de oso o flor de San José. Se la conoce también como «primula vulgaris», aunque su nombre original sea «prima rosa», del latín medieval «primera rosa».

Se puede cuidar en maceta o trasplantar al suelo. En ambos casos, los cuidados de la prímula acaulis son prácticamente los mismos. También se puede colocar en el interior, como en el exterior si logramos mantener unos parámetros similares de temperatura y luz.

Mapa Visual de los Cuidados del Matrimonio (Prímula Acaulis)

¿Cuáles son los cuidados de la Prímula Acaulis o Matrimonio?

Se trata de una planta que prefiere los espacios con luz, pero en sombra la mayor parte del día. Deberemos regarla bien para ofrecerle un sustrato húmedo y del que pueda beber. Así que un entorno fresco y luminoso es lo ideal. Conviene abonarlas para que no pierdan la flor con un fertilizante rico en potasio. Para su floración se recomienda una temperatura inferior a 10º

👉 Las 3 Reglas para Cuidar la Prímula Acaulis

• Buena iluminación, sin sol directo
• Temperaturas bajas
• Sustrato con buen drenaje

Sustrato

Las prímulas necesitan sustrato universal y no son exigentes en este aspecto.

Riego y Agua

Deberemos regar las prímulas para que el sustrato esté siempre húmedo y la planta pueda beber. Un buen drenaje resulta indispensable para no ahogar a las raíces por exceso de agua. Tanto si la plantamos en maceta como si la situamos en tierra deberemos evitar los encharcamientos.

Sol y Luz

Los cuidados de la prímula acaulis son muy específicos en este aspecto. Buscaremos un lugar que sea fresco y luminoso. Evitaremos el sol directo tanto como sea posible, aunque un poco de sol directo no la matará.

Puede resistir el frío intenso y algunas heladas, pero conviene no abusar. Cualquier temperatura entre 5 y 10º centígrados le irá bien.

Abonado

Si queremos que nos ofrezca flores, deberemos abonar regularmente al menos una vez cada 3 semanas o más. También deberemos mantener una temperatura estable de no más de 8º centígrados. Lo mejor es utilizar una abono de absorción lenta para plantas en flor. De esta forma nos podremos desentender durante una temporada.

Poda y Enfermedades

Puede sufrir cualquier tipo de plaga, así que no debiera sorprendernos. Deberemos vigilar de forma regular su estado para aplicar el tratamiento que corresponda llegado el caso. No obstante, no suelen sufrir de nada en particular así que no hay mucho que prevenir en este aspecto.

Cuando llegue el calor la planta se debilitará y puede que pierda parte de sus hojas. Retiraremos las hojas en mal estado. En teoría es una planta de hoja perenne, pero el calor le pasa factura. La prímula acaulis puede vivir algunos años siguiendo este ciclo, pero es normal que las consiguientes floraciones sean un poco más débiles.

La Prímula en Interior o Exterior

Ya he comentado que los cuidados de la prímula acaulis pasan por ofrecerle tanto una buena iluminación como un lugar fresquito donde vivir. Si podemos replicar unas condiciones similares dentro de casa, esta especie podrá vivir tranquilamente con nosotros. A diferencia de otras plantas como el ciclamen, no necesita tanto riego y nos ofrecerá una flor más clásica y con más variedad de colores.

Cuando la plantemos en exterior podemos situarlas en grupos amplios resguardadas del sol de la mañana y de la tarde. En casa podemos tenerlas cerca de ventanas o en balcones y terrazas si mantenemos las mismas pautas: lugar fresco y bien iluminado.